Todos los días millones de usuarios acceden a distintas aplicaciones desde todo tipo de dispositivos. Sin embargo, el smartphone es el rey de todos ellos. Estudios recientes calculan que, de media, pasamos algo más de tres horas al día utilizando dispositivos móviles. Parte de este tiempo, dedicado a resolver un problema con el dispositivo por su dificultad de uso en algunas aplicaciones.

Muchos de estos problemas o fricciones que experimentan los usuarios ocurren en el acceso a las aplicaciones.

El acceso digital a aplicaciones

Como veníamos desarrollando en la introducción de este artículo, los usuarios invierten una cantidad de tiempo extra innecesario por la complejidad de determinados procesos relacionados con el uso de los dispositivos móviles. 

Un ejemplo claro es el acceso a las aplicaciones que requieren identificación obligatoria del usuario (login y verificación de identidad) cada vez que se intenta acceder a ellas. Un caso habitual es el del acceso a las aplicaciones de las entidades financieras y bancos.

Una gran cantidad de usuarios pierde mucho tiempo en recordar su contraseña o volver a crear una nueva, e incluso algunos de ellos terminan por desistir y abandonar en su intento por acceder a la aplicación. Los procesos complejos, con fricciones y burocráticos terminan por aburrir y desalentar a muchos clientes.

La técnica de Biometría facial 

La biometría facial nació como solución para la identificación de personas en distintos ámbitos y casos de uso. En este proceso, se escanea un rostro, con puntos concretos de este como referencia para la creación de un mapa de datos asociados a la identidad del sujeto escaneado. 

El mapa de datos creado es un conjunto de información único e intransferible que se asocia a la identidad de una persona, permitiendo su identificación y la verificación de su presencia en ciertos escenarios. Sólo es necesario un dispositivo con cámara y conexión a internet, de tal manera que se pueda comparar la información de la base de datos con la obtenida a través del dispositivo.

No todas las tecnologías de reconocimiento facial biométrico o biometría facial son capaces de asegurar el mismo nivel de seguridad técnica y jurídica que la identificación presencial, además de completa fiabilidad y garantías de calidad del software. Del mismo modo, no todos los desarrollos informáticos son capaces de integrarse en todos los sistemas que requieran de biometría facial para el proceso de identificación.

En este sentido, SmileID es una solución que cumple todos esos requisitos gracias que su desarrollo de apoya en las más avanzadas técnicas de inteligencia artificial y machine learning. Igualmente, su desarrollo ha estado estrechamente vinculado a las normativas AML5 y eIDAS.

Conoce en profundidad las normativas AML5 y eIDAS descargando esta sencilla guía.

¿Cómo funciona el acceso digital a aplicaciones?

El proceso para acceder con biometría facial a aplicaciones es realmente sencillo:

  • El usuario hace clic en la aplicación, lanzándose en su dispositivo; ya sea app móvil o web en escritorio.
  • La aplicación solicita que el usuario muestre su rostro y sonría.
  • Automáticamente el usuario se autentica en la aplicación y accede a todos sus servicios y opciones.

En algunos casos, si la empresa propietaria de la aplicación lo decidiera, puede solicitarse adicionalmente un pin como doble factor de autenticación, aunque no es habitual, ya que si la solución cumple con todos los requerimientos legales y técnicos de seguridad, no es necesario.

Este proceso de acceso digital a aplicaciones con biometría facial puede aplicarse a cualquier tipo de app: desde apps de vuelos, de entradas de conciertos o eventos hasta check-in turístico o servicios en la nube.

SmileID, revolucionando la experiencia de usuario

Electronic IDentification ofrece soluciones de verificación de identidad, onboarding y autenticación biométrica facial a través de sus tecnologías VideoID y SmileID.

SmileID representa un paso más allá en los sistemas de reconocimiento facial biométrico, siendo no sólo una solución que cumple con los estándares legales y de seguridad más restrictivos si no presentando un sistema omnicanal versátil que se adapta de forma sencilla a cualquier desarrollo de aplicaciones tanto web como app móvil en todos los sistemas operativos disponibles.

eID trabaja constantemente en mejorar y modernizar sus soluciones adaptándolas a las distintas legislaciones en vigor y a las futuras.