SIGNIFICADO DE DDC O CDD: DILIGENCIA DEBIDA DEL CLIENTE

¿Qué es la DDC? El significado de Diligencia Debida del Cliente o Diligencia Debida con el Cliente, a menudo abreviado como DDC o CDD (por sus siglas en inglés -Customer Due Diligence-), es un proceso que las instituciones financieras, empresas y otras organizaciones utilizan para recopilar información sobre sus clientes con el fin de identificar y mitigar riesgos como el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y otras actividades ilícitas. Por tanto, la importancia de la Diligencia Debida del Cliente es crucial y un componente crítico de la estrategia de gestión de riesgos de una organización. Como tal, multitud de leyes y reglamentos, como la Ley contra el Blanqueo de Capitales y la Ley de Secreto Bancario, exigen su cumplimiento.

El proceso de diligencia debida con respecto al cliente suele implicar la recopilación y verificación de información sobre su identidad y sus actividades financieras y empresariales. La Diligencia Debida sobre el Cliente también implica la supervisión continua de las actividades del cliente para identificar cualquier cambio o señal de alarma que pueda indicar un mayor riesgo de actividad ilícita.

¿QUÉ RELACIÓN TIENEN LA DILIGENCIA DEBIDA DEL CLIENTE Y EL LAVADO DE DINERO? CDD Y AML

La diligencia debida del cliente es una herramienta crucial en la lucha contra el blanqueo de capitales, un delito que consiste en disfrazar de fondos legítimos el producto de actividades ilegales. Los blanqueadores de capitales suelen utilizar las instituciones financieras y otras empresas para transferir y ocultar fondos ilícitos. El objetivo de la diligencia debida del cliente es identificar y notificar actividades sospechosas, lo que puede ayudar a los organismos encargados de hacer cumplir la ley a rastrear y desarticular las redes de blanqueo de capitales.

Además de su papel en la detección y prevención del blanqueo de capitales, el proceso y las medidas de diligencia debida del cliente DDC también son importantes para identificar otros delitos financieros como la financiación del terrorismo, la evasión fiscal y la corrupción, a parte de ayudar a las organizaciones a cumplir sus obligaciones legales de informar sobre actividades sospechosas y cumplir las leyes y normativas diseñadas para prevenir estos delitos.

La Diligencia Debida del Cliente contra el blanqueo de capitales no es un proceso puntual, sino un proceso continuo de evaluación y gestión del riesgo. Como las circunstancias y actividades de los clientes cambian con el tiempo, su perfil de riesgo también puede cambiar, y es esencial que las organizaciones supervisen y actualicen continuamente sus procesos de DDC para reflejar estos cambios.

Descarga nuestra nueva guía con las últimas novedades en identidad digital, eIDAS y AML y descubre la (r)evolución regulatoria de eIDAS2 y AML6.

LA DILIGENCIA DEBIDA DEL CLIENTE Y EL KYC O CONOCE A TU CLIENTE: ¿SON LO MISMO? 3 MEDIDAS

La diligencia debida del cliente también está estrechamente relacionada con el proceso de conocimiento del cliente (CSC o KYC), que consiste en recopilar y verificar información sobre su identidad y actividades para evaluar su perfil de riesgo. Aunque los términos de diligencia debida del cliente y KYC se utilizan a menudo indistintamente, ambos procesos presentan algunas diferencias. Por ejemplo, KYC se centra normalmente en la incorporación inicial de un nuevo cliente, mientras que CDD implica la supervisión y evaluación continuas de las actividades que este realiza en su relación con la organización.

Existen tres tipos principales de medidas de DDC que las organizaciones pueden utilizar: DDC regular, DDC reforzada y DDC permanente.

  • La diligencia debida simplificada (SDD) se refiere al nivel básico de información que las organizaciones deben recopilar y verificar sobre sus clientes.
  • La diligencia debida reforzada (EDD) implica una revisión más exhaustiva de las actividades y el perfil de riesgo de un cliente y puede ser necesaria para clientes de alto riesgo o transacciones que impliquen grandes sumas de dinero.
  • La diligencia debida permanente requiere un seguimiento continuo de las actividades de un cliente para identificar cualquier cambio o señal de alarma que pueda indicar un mayor riesgo de actividad ilícita.

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS CONTROLES DE DILIGENCIA DEBIDA CON RESPECTO AL CLIENTE?

Las comprobaciones de diligencia debida con respecto al cliente son una parte fundamental del proceso de DDC e implican la recopilación de información y la verificación de la identidad y las actividades financieras y empresariales de un cliente. Estas comprobaciones pueden incluir la revisión de documentos de identificación, la obtención de información sobre el historial empresarial y financiero del cliente y la revisión de registros públicos y otras fuentes de información.

Las comprobaciones de DDC están diseñadas para ayudar a las organizaciones a evaluar el riesgo que plantea un cliente e identificar cualquier señal de alarma que pueda indicar un mayor riesgo de actividad ilícita, como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo. Las comprobaciones de DDC suelen realizarse en la fase de incorporación de un cliente (onboarding). Sin embargo, también pueden realizarse de forma continua para garantizar que el perfil de riesgo del cliente se mantiene actualizado. Los tipos específicos de comprobaciones y el nivel de detalle requerido dependerán del perfil de riesgo del cliente y de la naturaleza de la relación.

EL PROCESO DE DILIGENCIA DEBIDA SOBRE EL CLIENTE: 6 PASOS

¿Qué es el proceso de diligencia debida con respecto al cliente? El proceso de diligencia debida sobre el cliente (DDC) implica la recopilación y verificación de información sobre un cliente y la evaluación y gestión continuas del riesgo para ayudar a las organizaciones a cumplir sus obligaciones legales y reglamentarias y protegerse de la delincuencia financiera.

El proceso de diligencia debida con la clientela suele incluir los siguientes requisitos de DDC AML. Esta es la lista de comprobación DDC:

1. Identifica al cliente

El primer paso en el proceso de DDC es identificar al cliente y determinar su perfil de riesgo. Esto puede implicar la revisión de los documentos de identificación y la obtención de información sobre el historial empresarial y financiero del cliente.

2. Verifica la identidad del cliente

Una vez identificado el cliente, el siguiente paso es verificar su identidad, lo que puede incluir la revisión de documentos de identidad como el carné de conducir o el pasaporte, así como la comprobación de registros públicos y otras fuentes de información.

3. Evalúa el perfil de riesgo del cliente

Una vez verificada la identidad del cliente, la organización evaluará su perfil de riesgo basándose en la información recopilada y en cualquier otro factor relevante, lo que ayudará a la organización a determinar el nivel de medidas de DDC necesarias.

4. Recoge y verifica información adicional

Dependiendo del perfil de riesgo del cliente, la organización puede necesitar recopilar y verificar información adicional sobre sus actividades financieras y empresariales. Esto puede incluir la revisión de estados financieros, la obtención de referencias de otras instituciones financieras y la revisión de registros públicos y otras fuentes de información.

5. Monitoriza las actividades del cliente

El proceso de DDC no debe ser un proceso puntual, sino continuo. Como las circunstancias y actividades de un cliente cambian con el tiempo, su perfil de riesgo también puede variar. Por lo tanto, es necesario que las organizaciones supervisen y actualicen continuamente sus procesos de DDC para reflejar estos cambios.

6. Reporte cualquier actividad sospechosa

Supongamos que la organización detecta cualquier señal de alarma o actividad sospechosa durante el proceso de DDC. En ese caso, están obligados a informar de ello a las autoridades competentes de conformidad con las leyes y normativas de diligencia debida con el cliente, como la Ley contra el Blanqueo de Capitales y la Ley de Secreto Bancario.

DILIGENCIA DEBIDA CON EL CLIENTE PARA BANCOS E INSTITUCIONES FINANCIERAS

Los bancos y otras instituciones financieras están obligados por ley a aplicar procesos de DDC, pero la Diligencia Debida del Cliente no se limita al sector financiero. Cualquier organización que corra el riesgo de ser utilizada para facilitar el blanqueo de capitales u otras actividades ilícitas puede beneficiarse de la aplicación de medidas de DDC. Esto incluye empresas de sectores como el inmobiliario, el jurídico, el del juego y las organizaciones benéficas y sin ánimo de lucro.

Lee en este artículo por qué las selfies no cumplen con la regulación para los procesos de identificación de clientes.

La implantación de la DDC en la banca tiene varias ventajas fundamentales, entre ellas:

  • Reducción del riesgo de delitos financieros. Mediante la recopilación y verificación de información sobre los clientes y el seguimiento continuo de sus actividades, las organizaciones pueden identificar y mitigar los riesgos de blanqueo de capitales, financiación del terrorismo y otras actividades ilícitas.
  • Mejora de la reputación y compliance. La DDC ayuda a las organizaciones a cumplir sus obligaciones legales y reglamentarias y a demostrar su compromiso con el cumplimiento y las prácticas empresariales éticas. Esto puede mejorar su reputación y generar confianza entre clientes, socios y organismos reguladores.
  • Mejora de la gestión de riesgos. La DDC es un componente central de las medidas de seguridad de una organización para prevenir riesgos para ella y sus clientes.

Estos beneficios pueden lograrse con las soluciones adecuadas de diligencia debida del cliente. Estas soluciones o software de diligencia debida con el cliente, como el onboarding digital automático, van más allá del simple cumplimiento normativo y ayudan a las empresas a alcanzar la mejor excelencia operativa.

Reserva una demo y descubre cómo conseguir una Diligencia Debida Reforzada en instituciones financieras.